En el área de la Escultura además
de varias obras, hizo un importante estudio del busto de nuestro
historiador Barros Arana.
Como escritor se destacan los libros "El Hombre que Anda",
"hirundo", "La Casa Loca". En París
publicó el libro "Veintiuna Meditaciones". Finalmente
publica "El Mar Trajo Mi Sangre" y el "Llamado
del Fuego", rico libro de historias bomberiles, anécdotas
y vivencias de la época. Todos los libros son verdaderas
autobiografías de don Alberto.
Otro importante hito en su vida fue donar a la ciudad de Santiago,
la gigantesca piedra cordillerana que hoy se ubica en los faldeos
del cerro Santa Lucía, logrando que
su amigo y escultor Samuel Román grabara la carta de don
Pedro de Valdivia, carta que tanto estudiantes chilenos y turistas
le otorgan unos minutos de reflexión.
Gestionó la construcción del Mausoleo de los Artistas y gracias a sus innumerables campañas, la estatua "Al Dolor" del artista Carrere Belleuse fue trasladada a la plazuela externa del Cementerio General por Avda. La Paz, rindiendo un merecido reconocimiento a las víctimas del Incendio del Templo de la Compañía, siniestro del Siglo XIX que marcó la fundación del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Durante el mandato del entonces Presidente de la República de Chile Don Arturo Alessandri Palma, ejerció como diplomático y Cónsul de Chile en Francia.
Don Alberto falleció un 5 de mayo de 1965 a sólo días de cumplir el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, su último tesoro, los 32 años de su fundación. Sus enseñanzas, ricas en nobleza, tradición, ímpetu y disciplina fueron innumerables, destacan " La Vida es lo que Hacemos de Ella" o "No hay imposibles para la Capacidad del hombre". En la piedra de la Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa de la que fue Voluntario hasta los últimos días de su Vida, legó:
"DERROCHÉ MI DINERO Y RIQUEZA ESPIRITUAL
PORQUE ME DIJO EL TIEMPO QUE
ESTE ENORME SILENCIO TENÍA QUE LLEGAR"