Un 8 de Septiembre de 1973, la Segunda Compañía fue despachada a una alarma con dirección Av. Macul esquina calle Madreselvas, justamente las mismas coordenadas en la cual fallecieron los tres primeros mártires del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, diez años antes.
En estas circunstancias el nuevo Mártir del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, Jorge Dzazopulos Elgueta, tuvo un brutal accidente en la misma Sala de Máquinas que hoy lleva su nombre como el legado a su partida.
La triste noticia recuerdan voluntarios, expuso momentos inconsolables a la Segunda Compañía y al Cuerpo, llevando consigo nuevamente un voluntario Muerto en Acto de Servicio y haciendo efectivo el lema de esta Compañía, "La Vida por la Humanidad".
Jorge Ingresó a la Segunda Compañía el 4 de diciembre de 1972 después de haber rendido satisfactoriamente el curso de aspirantes, donde fue destacado por un alto espíritu de cooperación, lo que lo llevó a ser elegido Pro-Secretario a los pocos meses de haber ingresado.
Su carácter era siempre alegre, sin embargo algunos cuentan que en varias ocasiones, al mirar la piedra de homenaje a los mártires exclamaba con un dejo de excitación: "Yo voy a estar ahí".
En su vida personal, era un joven muy tranquilo, sin vicios y muy enamorado de su polola Marisol.
Recordando esos momentos y a pocos días antes de su muerte, se había incorporado a la Guardia Nocturna, así Jorge una noche llegó muy contento con unas medias de lana que Marisol le había tejido para que no se le enfriaran los pies al concurrir a los llamados...una de estas medias quedó tirada en la Sala de Máquinas, esa fatídica noche en que Jorge fue aprisionado por su destino, mudo testigo del dolor de los voluntarios, de sus padres, de su polola y de toda la institución, para decirle ADIOS nuevamente a otro Mártir.
El Domingo 09 de Septiembre, la Segunda Compañía realizó un acto en homenaje a Jorge, al cumplir en este nuevo aniversario 40 años de su partida.
(Fuente DEPREP CBÑ, Fotos Segunda Cia.)