Sábado 12 de abril del 2014, pasado el medio día se desata un incendio forestal en el Sector de La pólvora Quinta Región, cercano a la ciudad de Valparaíso Patrimonio de la Humanidad.
Sobre las 16 hrs del mismo día el fuerte viento reinante y las condiciones de temperatura vigentes hacen que el incendio se descontrole y abrace la parte alta de los cerros porteños; Ramaditas, San Roque, La Cruz, Santa Elena, Cerro Monjas y Mariposas, sectores de densamente poblados que se ven afectados con fuerza obligando a evacuar a los civiles y sus enseres. La nube de humo negro se esparce por la ciudad puerto.
Valparaíso se ve sumido en una emergencia como nunca se había visto antes y su Cuerpo de Bomberos, por intermedio de su Comandante Enzo Gagliardo, solicita apoyo a instituciones hermanas.
El Comandante(S) del CBÑ Sr. Esteban Gascón Osorio, da las instrucciones pertinentes para enviar carros de agua a la zona afectada y colocarse a la disposición del Comandante de Valparaíso, enviando B1, B3, BX4, B5, B6, B7, B8, B9, B10, B11 S1 y X1 y K2 a cargo del Segundo Comandante Sr. José Figueroa D. con la participación de más de 150 bomberos voluntarios Ñuñoinos.
El trabajo realizado se enfocó en apoyar al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, labor que se desarrolló por más de 48 hrs continuas ante las inclementes condiciones de temperatura, accesos, falta de presión en los grifos de agua y vientos de gran velocidad, elementos que no ayudaron en nada al ya difícil momento que se vivía.
El esfuerzo, tenacidad y espíritu Ñuñoino salió a flote de cada voluntaria, voluntario y personal rentado, trabajando sin descanso y con la certeza del apoya a la gente de Valparaíso en horas de aflicción. La civilidad vio en sus Bomberos Voluntarios de Chile, un pilar de apoyo y luz dentro de las densas capaz de humo y las lenguas de fuego que devoraban sus hogares, destruían sus sueños y derribaban sus más preciados anhelos.
Ya un lunes 14 de Abril, de la emergencia se pudo constatar que más de 2900 viviendas fueron destruidas y 12.500 personas los damnificados directos; más de 800 hectáreas arrasadas, fauna y flora destruida; lo más doloroso, es la pérdida de vidas humanas que enluta a la ciudad puerto.
Desde Ñuñoa, extendemos un fuerte abrazo fraterno para las víctimas y sus familiares, y sepan que en el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa siempre "Estamos Alerta" para concurrir en apoyo de cualquier emergencia que lo requieran.