Quedará Enero del 2017 en la retina de Chile como el mes más caluroso, el mes más seco y el mes con el mayor incendio forestal que la historia tenga memoria. Ese incendio generó una cadena de ayuda humanitaria en la comunidad organizada y por supuesto, una cadena de repuesta de emergencia en los Bomberos de Chile.
Es así como el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa se hizo presente con su material humano y técnico en cada minuto de la emergencia, despachando unidades, equipos forestales, hombres y mujeres, todos que realizaron un trabajo a la altura que caracteriza a nuestra institución.
Serían muchos los momentos e imágenes que se pueden mostrar pero la labor de trabajo realizada se describe por sí misma.
Unidades en apoyo al Cuerpo de Bomberos de Pumanque fueron las primeras en ser dirigidas al combate del incendio desplazando 20 carros bomba y 200 voluntarios a cargo del Cuarto Comandante Sr Juan Quevedo.
Posteriormente al trabajo realizado y de forma automática, se generó una campaña de apoyo humanitario para la región, recolectando la ayuda desinteresada de los vecinos de nuestra jurisdicción, misma que iría en apoyo de los bomberos de la localidad y las familias afectadas. Esta ayuda se materializa en un camión de 18 toneladas de alimentos, agua e insumos básicos para mitigar la emergencia en primera instancia.
Durante el transcurso de la emergencia que consumía a esa altura dos regiones del país,( VI y VII regiones) se preparaban los relevos de Pumanque y se despachó paralelamente ayuda efectiva a la región del Maule (Séptima) con dos unidades de agua y un bus con 40 voluntarios entrenados en trabajo forestal.
El fuego es inclemente y fuera del daño material produce un efecto de pesar en la población, más cuando en el combate de las llamas cobra la vida de un cofrade de ideal.
El Voluntario Mártir del Cuerpo de bomberos de Talagante, Sr. Hernán Avilés González (Q.E.D.P.) quien llevó al máximo su entrega bomberil falleciendo cuando intentaba el rescate una familia afectada por el incendio en la región del Maule.
Su muerte es un ejemplo de valor y una luz que debemos tener presente en todo ámbito de la emergencia.
La comunidad llora su partida y sus cófrades realizan el masivo acto de despedida en el regreso a su Cuerpo de Bomberos y su tierra.
La delegación fue encabezada por El Sr. Vicesuperintendente Don Helmut Kaminski M-S y el Sr. Tercer Comandante Don Sergio Sánchez A.
Fue un momento doloroso, mientras un grupo de bomberos despedía a nuestro Mártir, otros seguían combatiendo las llamas en el Sur ya que este no daba tregua y avanzaba a la Octava región.
En una Tercera avanzada se despachó equipos a la localidad de “Empredrado”, donde fuera del apoyo técnico, se realizo un segundo envió de ayuda humanitaria con agua y alimentos para aplacar los efectos del fuego inclemente.
El equipo estuvo liderado por el Sr. Vicesuperintendente Don Helmut Kaminski M-S.
El combate de los incendios que lleva una semana, sigue su desarrollo con el apoyo generalizado de bomberos de todo el país. Se han enviando a las zonas amagadas, unidades desde el Norte para apoyar las unidades de la región Metropolitana y centro sur que llevan días de trabajo (24/7).
Se movilizaron trece de las quince regiones del país con un total de 4000 efectivos, que dieron la lucha hasta pasado el 3 de febrero en diferentes frentes.
Durante este proceso se cobra una segunda víctima dentro de las filas bomberiles, siendo el Voluntario Mártir Don Juan Bizama Sanhueza (Q.E.P.D.) miembro del Cuerpo de Bomberos de Ñiquen quien enfrentó la muerte al volcar su unidad que se dirigía a cubrir la emergencia en San Fabián de Alico.
Sus funerales fueron tan emotivos como el de su cofrade de Talagante y la comunidad entera se volcó a las calles de su natal ciudad para darle el último adiós.
El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa durante esta emergencia movilizó más de 15 unidades y 200 voluntarios, quienes a cargo de sus Comandantes prestaron servicio al país durante esta emergencia, demostrando en terreno su profesionalismo y entrega para con la comunidad afectada en las tres regiones del país.
Durante más de una semana voluntarias y voluntarios Ñuñoinos dieron muestras de valor y fraternidad a toda prueba, no sólo en la lucha persistente contra las llamas, sino que extendiendo una mano amiga a quienes lo requerían, entregando agua en momentos de sed y mostrando su lado más humanitario en la entrega de ayuda en alimentos y enseres para la recuperación de la zona.
Orgullosos de su trabajo, descansan en sus hogares sanos y salvos, en espera de seguir la labor diaria del Bombero Voluntario, dejando en sus memorias y corazones los momentos de emoción, peligro y ayuda que vivieron en estos días.
A todos Ellos, felicitaciones por el trabajo bien realizado; Arguye creciendo como Bomberos de Ñuñoa y Bomberos de Chile.