Fechas especiales, tiempo que la comunidad de Chile ha dejado prevalecer para sus bomberos voluntarios, los mismos que entregan su generosa labor y tiempo, para engrandecer sus instituciones, sus cuarteles, los mismos que aportan en pequeños poblados o lejanas regiones, toda una cultura del dar, del empuje, esfuerzo y tenacidad.
FELIZ DIA NACIONAL ¡¡¡¡
Ser bombero no es fácil, entender la idiosincracia, de múltiples y variados hombres y mujeres, que entregan valioso tiempo familiar o de otros importantes intereses, no es de fácil entendimiento, por tanto esa mirada hay que proponerla o entregarla, solo basados, en que perfiles de alma conjugados más allá del propio e individual interés, proponen y accionan respuestas donde las misiones, se entrelazan solo en una cadena de virtudes, las que solo se exaltan cuando están unidas, en el precioso dar.
Los bomberos conocemos, este camino...Ruben Dario el gran poeta nicaraguense..viviendo en Valparaiso...también lo supo :
HIMNO DE LOS BOMBEROS
¡Suena alarma, valiente bombero!
Va la bomba una hoguera a vencer.
Ponte el casco y camina ligero
donde vibra el clarín del deber.
Vamos, vamos, con paso ligero,
donde vibra el clarín del deber.
¡Marchad!
¡Volad!
¡Fuerza, ardor y voluntad!
Oro y sangre semeja la llama
que voraz en el aire se eleva;
sopla el viento que aviva y renueva
del incendio el poder destructor.
Al hogar amenaza la ruina
y con eco de angustia infinita
sobre el ruido fatal se oye un grito
que demanda ¡socorro y favor!
Voluntarios, ¡corred hacha en mano!
Brilla el fuego furioso y devasta.
La humareda y el humo que aplasta
venceréis con constancia y valor.
Héroes bellos, rodeados de chispas
y de llamas terribles, vibrantes:
os saludan las bombas humeantes
con su fuerte y soberbio clamor.
¡Gloria a aquel que sucumbe en la lucha!
Valeroso, sublime, esforzado;
gloria a aquel que al deber consagrado
salva vidas, riquezas, hogar.
Bronces hay que sus cuerpos encarnen,
y el recuerdo del fiel compañero
en el alma viril del bombero
nunca, nunca se puede borrar.
RUBEN DARIO
("La Epoca", Santiago, julio 6 de 1888)
Fuente: cbn.cl