Con legítimo orgullo, el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa es parte del gran legado de don ALBERTO RIED SILVA, fundador de nuestra institución, la que hoy recuerda su fallecimiento ocurrido el 5 de mayo de 1965.

A 56 años de la partida de quién fuera nuestro primer Comandante, se destaca la fuerza vital de lo que representó en su fructífera vida, donde, su calidad humana lo perfila como un hombre generoso, de grandes virtudes como artista múltiple en el campo de la literatura, pintura y escultura, también como periodista y diplomático, pero, por sobre todo como bombero.

En este mes de mayo, próximos a un nuevo aniversario institucional, cuando nos encontramos sumidos en circunstancias extraordinarias a causa de la pandemia por Coronavirus, hacemos un alto para recordar al fundador y su gran sueño convertido en la realidad de más de mil cien hombres y mujeres que, siguiendo la misma voluntad de ayuda al prójimo, dan vida a once Compañías y entregan prestos sus mejores esfuerzos para socorrer al desvalido en cinco comunas metropolitanas, unidos férreamente a la noble inspiración del pionero, Comandante don ALBERTO RIED SILVA.