DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SUPERINTENDENTE DON ANDRÉS SCHUEFTAN SCH., EN LA SESIÓN ORDINARIA DEL 11 DE NOVIEMBRE DE 2009, EN RECONOCIMIENTO AL TENIENTE TERCERO DE LA QUINTA COMPAÑÍA, SEÑOR ABRAHAM NORAMBUENA NACHARI
El honorable directorio de la institución, en su sesión ordinaria de fecha nueve de septiembre de 2009, en base al informe emitido por el comandante, acordó otorgar un reconocimiento al teniente tercero de la quinta compañía, señor Abraham Norambuena Nachari, por la valiente y altruista labor que le cupo en el llamado de comandancia de fecha 14 de julio de 2009, lo que le permitió salvar la vida de una persona de avanzada edad que se encontraba en el segundo piso del inmueble siniestrado, la cual, sin la intervención del teniente y de otros oficiales y voluntarios que lo secundaron en este heroico acto, no habría podido escapar de las llamas por sus propios medios.
Acompañaron en su audacia al Teniente Norambuena los siguientes oficiales y voluntarios:
Teniente primero segunda compañía señor Gabriel Gutiérrez Villarroel, voluntario de la sexta compañía señor Jorge Espinoza Cubillos el voluntario de la primera compañía señor Juan Trapp Aguirre.
En otras oportunidades el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa también ha reconocido a voluntarios que en actos de servicio se han destacado por su valerosa actuación, los cuales, a riesgo de sus propias vidas y sin importarles una posterior gratitud, han sido capaces de inmolarse, tales como el caso de los voluntarios de la segunda compañía, mártires de la institución, señores Silvio Guerrero Mutinelli, Jorge Batiste Aleu y Luis Bernardín Orellana, los cuales fallecieron a consecuencia de las múltiples quemaduras que sufrieran en el incendio de calle Madreselvas, el día 14 de diciembre de 1962.
También cabe destacar que en aquella ocasión tuvo una relevante actuación el voluntario honorario de la segunda compañía, señor Sergio Riquelme Castro, el cual salvo de las llamas a otros voluntarios que pudieron haber corrido la misma suerte de nuestros mártires, el cual resulto con graves quemaduras en su cuerpo, que lo mantuvieron hospitalizado con riesgo vital por mucho tiempo.
Como olvidar la temeraria y osada actuación del voluntario de la segunda compañía, señor Manuel Fuentes, que en un incendio de una barraca de maderas liberó la válvula de una caldera a punto de explotar, evitando con ello una tragedia de envergadura.
El día ocho de septiembre de 1973, perdió la vida trágicamente, el voluntario de la segunda compañía, señor Jorge Dzazopulos Elgueta, el cual sufrió un grave accidente en la sala de maquinas al concurrir a un acto del servicio, aumentando a cuatro los mártires de la institución.
El trabajo desarrollado con coraje, valentía y amor por parte de voluntarios de la institución hacia sus semejantes en el aluvión que afecto a varias comunas del gran Santiago en el año 1993, donde la inclemencia de la naturaleza se ensaño con vecinos que residían en el sector alto de la capital, específicamente en las comunas de la florida, la reina y Peñalolén, se reflejo en el publico reconocimiento que el honorable directorio le entregara a los voluntarios de la Undécima compañía, señores Sergio Sánchez Arias, actual capitán de su compañía y a Miguel Jorquera Molina, por dejar muy en alto el ganado prestigio del cuerpo de bomberos de Ñuñoa.
También recordamos como un acto de valor, la labor que le cupo al voluntario de la sexta compañía, señor Carlos Hasbun Zubiri, el cual, trabajando en un acto de servicio sufrió un accidente eléctrico, y ayudado por sus compañeros de unidad, logro salvar con vida al igual que los voluntarios que lo asistieron, evitando con ello transformarse en nuevos mártires del cuerpo de bomberos de Ñuñoa.
Durante nuestra vida institucional son muchos los voluntarios, de distintas compañías, que se han destacado por acciones heroicas, siendo debidamente reconocidos por el honorable directorio y elevando, cada uno de ellos, el ganado prestigio que el cuerpo de bomberos de Ñuñoa tiene en la comunidad.
Como máxima autoridad de la institución, quiero manifestar el día de hoy que acciones como la del Teniente tercero de la Quinta compañía, señor Abraham Norambuena Nachari, no hacen más que reforzar el lema del cuerpo de bomberos de Ñuñoa “estamos alerta”. en efecto, la osada y arriesgada determinación del teniente tercero, no hacen más que ratificar que siempre “estamos alerta” para salvaguardar el prójimo cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras, y creo que eso fue lo que paso ese día por la mente del teniente tercero de la quinta compañía y por sus compañeros de ideal que lo asistieron.
No me cabe la menor duda que el reconocimiento que el honorable directorio otorga hoy al teniente tercero de la quinta compañía y a los voluntarios que lo auxiliaron en tan noble labor, no hará más que fortalecerlos y al tomar este estimulo con humildad entre sus pares y a alentarlos para seguir entregando a la comunicad, con respeto y responsabilidad, ese desinteresado compromiso que adquirimos con ella cuando juramos como voluntarios del cuerpo de bomberos de Ñuñoa.
Estimo pertinente que estos actos deben ser difundidos entre todos los voluntarios de la institución, para que las nuevas generaciones, al incorporarse al cuerpo de bomberos de Ñuñoa, perciban el alcance que en la práctica tiene el compromiso que hemos asumido con la sociedad.
En representación del honorable directorio, deseo manifestar a los tenientes y voluntarios que se encuentran invitados a esta sesión, que a cada uno de ustedes se les registrara en sus hojas de servicio vuestro valiente e intrépido acto, por el cual, el cuerpo de bomberos de Ñuñoa les está profundamente agradecido.
Teniente Tercero Abraham Norambuena Nachari, reciba usted en esta oportunidad el reconocimiento del honorable directorio por su sobresaliente actuación, la cual es un verdadero ejemplo para todos nosotros, su valor, arrojo, osadía, coraje, arresto, y posterior decisión, dan testimonio de que los grandes ideales que mueven a nuestra institución, son aquellos que se manifiestan permanentemente en el servicio.
Para finalizar con estas palabras, las cuales no hacen más que reafirmar que la familia bomberil, ante este tipo de acciones es capaz de retribuir a sus miembros con un humilde tributo, tal como el que hoy entregamos al teniente tercero de la quinta compañía de bomberos de Ñuñoa, señor Abraham Norambuena Nachari, deseo alentar a todos nuestros voluntarios a seguir este ejemplo y a fortalecer aun más los lazos que nos unen con la comunidad.
Vaya para los tenientes y voluntarios un gran saludo y un fuerte abrazo, el cual representa a todo el honorable directorio, y muchas gracias una vez más por su grandioso y épico acto.
SUPERINTENDENTE ANDRÉS SHUEFTAN SCHWED
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Fuente: cbn.cl