Tal como dijera el Superintendente de la Institución Señor Andrés Schueftan Schwed, habrá en el Cuerpo un antes y un después de la Clase Magistral del Profesor Mario Banderas.

El Consejo de Oficiales Generales, invito al Profesor Banderas a dictar la clase sobre “La Ética del Bombero”, para toda la Institución, lo que motivó una citación de a lo menos 25 Voluntarios por Compañía, todas las clases se realizaron en la Sala de Sesiones de la Quinta Compañía “Bomba Israel”, a cada una de las citaciones concurrieron Oficiales Generales y a la clausura concurrió el Consejo de Oficiales Generales en pleno.
El Profesor Mario Banderas, destacado hombre de letras a nivel nacional, impartió una amena y entretenida clase sobre "La Ética del Bombero”, Charla en la que por espacio de más de dos horas, entregó conceptos y sugerencias respecto a nuestro diario quehacer, nuestro verdadero compromiso con los viejos lindos, como él lo dice.
En su presentación, hizo hincapié en los valores fundamentales de la ética del Bombero Voluntario, destacó la disciplina, la lealtad, el respeto mutuo y la conservación de los valores inculcados por aquellos que fundaron esta noble Institución.
Repasó nuestras tradiciones, que muy de cerca conoce, ya que es un estudioso del diario quehacer bomberil. En su clase captó de principio a fin la atención de todos los bomberos asistentes, el objetivo era de reforzar principalmente a los jóvenes Bomberos los nobles conceptos valóricos que encierran las Instituciones Bomberiles.
Cabe destacar, que el Profesor Banderas es Voluntario Honorario de la Tercera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, e Instructor de la Academia Nacional de Bomberos desde su fundación. Además, es importante señalar el encuentro con Luis Sandoval, Inspector de Operaciones de Rescate de la Institución, quien también es fundador de la Academia y conservan muy buenos recuerdos de esos tiempos.

Por último es preciso y justo mencionar que la Clase de Clausura finalizó con un cerrado aplauso de parte de los asistentes, quienes opinaron que el tiempo pasó velozmente sin darse cuenta del tiempo transcurrido. Como experiencia, podemos decir que su figura y su forma de ser no será olvidada muy fácilmente, pues tanto la juventud como también los menos jóvenes participantes, le ovacionaron con un merecido aplauso, el que se prolongó por unos largos minutos.