Discurso del Superintendente Don Alejandro Fernandez Jarpa en Sesión Ordinaria de Directorio al conmemorarse un nuevo aniversario del fallecimiento de los Mártires del CBÑ y de la Segunda Compañía
“Hoy día, 14 de diciembre del 2011, se conmemora el cuadragésimo noveno aniversario, del trágico desenlace originado en el Incendio de calle Madreselvas Nro.: 3308 de la Comuna de Macul, y que produjo el inesperado e inconsolable fallecimiento de los Voluntarios de la Segunda Compañía, que en subordinación de la misión que juraron cumplir al ingresar a las filas de la Institución, ofrendaron sus vidas en tributo del cumplimiento del deber. Me refiero a los Voluntarios y Mártires del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, Señores:
LUIS BERNANDIN ORELLANA
SILVIO GUERRERO MUTINELLI
JORGE BATISTE ALEU
En la sala de este Honorable Directorio, se observan augustos cuadros que registran el retrato de la imagen juvenil de cada uno de ellos, siendo su representación interconectada a la época en que ocurrió el siniestro, como un postrero y respetuoso homenaje a la valentía de tan hidalgos Voluntarios.
Su devoción, compañerismo, el compartir un mismo ideal y un mismo sentimiento por la causa que abrazaron, los hizo estar unidos en los últimos momentos más difíciles y angustiantes de sus vidas, glorificando la fortaleza que los llevo a su inmolación, suceso que simboliza un noble acto de heroísmo.
La grandeza material de los pueblos y de las célebres organizaciones, está íntimamente vinculada al culto de su pasado. Ese pasado en nuestra Institución está constituido por el grandioso acervo de abnegación y coraje, de quienes como Luis, Silvio y Jorge, nos precedieron y cuyo ejemplo de bravura y altruismo, contribuyeron a la magnificencia del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.
Del latín heros, deriva la palabra héroe, la cual hace referencia a un hombre que es famoso, ilustre y reconocido por sus virtudes o hazañas.
Nuestros mártires reúnen sin duda alguna, las características que les identifica como héroes, pues entre sus pares, son famosos, ilustres y reconocidos por sus virtudes y hazaña.
Ellos fueron participes de una de las acciones más trascendentales al sacrificar su propia vida en obediencia al juramento que llevaron a cabo por la protección de la vida del prójimo, cualidades que nos conceden el orgullo de destacarlos como auténticos héroes del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa y de la Segunda Compañía.
Como se dijo en alguna oportunidad “Jamás mueren en vano los que mueren por una causa noble”, esa acción les valió que permanentemente honremos sus memorias.
Al rendir este respetuoso homenaje, no hacemos más que inmortalizar con justificada complacencia a quienes con su insigne ejemplo, dieron resplandor a las escrituras de la historia del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.
Respetados y rememorados, Luis, Silvio y Jorge, descansen por siempre en paz, el revivir vuestra obra de coraje y gallardía, es y será eternamente un acto de justicia que por siempre perdurara entre nosotros.
Fuente: cbn.cl